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Lo hemos dicho, el cerebro está siempre en ebullición, su actividad no cesa ni durmiendo. Se trata de un soliloquio permanente. Muchos os quejais con razón de las dificultades para domesticarlo y poder entrar en el silencio y el diálogo con Dios.
A Teresa también le costó entenderlo y educarlo. Durante mucho tiempo creyó que era lo mismo la imaginación que las potencias del alma. No lo son. Una cosa es el entendimiento, la memoria y la voluntad, las tres potencias del alma, y otra la imaginacion. La más importante de las potencias es la voluntad, porque de ella nacerá el amor.
Nos dice lo más importante: “Gente espiritual, no hay por qué se afligir. Puesto ya en tan alto grado como es querer tratar a solas con Dios y dejar los pasatiempos del mundo, lo más está hecho” (Vida, 11.12). Es decir, lo importante no son las distracciones, es querer llevar una vida espiritual.
Una vez aceptado esto, no atormentarnos: “y así es bien ni siempre dejar la oración cuando hay gran distraimiento y turbación en el entendimiento, ni siempre atormentar el alma a lo que no puede” (Vida 11,16).
Hemos de acostumbrarnos a “andar con Alegría y Libertad”, “procurar soledad y silencio”. “ Suave es su yugo, y es gran negocio no traer el alma arrastrada, como dicen, sino llevarla con suavidad para su mayor aprovechamiento” (Vida 11.16).
En conclusión, no asustarnos, ni pensar que es imposible educar el cerebro. De momento hacer lo que podamos porque, si de verdad queremos estar un rato con nosotros mismos y con Dios, y tomamos esa firme decisión, Dios sabe mejor que nadie nuestra intención, y tiene mucho valor para Él, por muchas distracciones que haya.
El lunes explicaré los remedios que ofrece Teresa y las ciencias modernas. Terminaremos de aprenderlo en las terceras moradas.
Adelante amigos de Dios !!!
Comentario
Me cuesta mucho lograr esa sintonía ..el silencio o solo no pensar nada….y me asusta ya que creo que nunca mi vida de oración será posible….
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