
In English, here.
El escrito de hoy tiene dos fines:
1- la utilización de imágenes fijas para la oración;
2- explicar el Cristo.
1- La imagen que estás viendo pertenece a la familia de cuadros, estampas y esculturas que usaba Santa Teresa para su oración (iconostasio). En su época se consideraba de poca categoría espiritual recurrir a las imágenes para la oración. Salvo ella y alguno más, la mayoría de maestros la consideraban un instrumento para el pueblo bajo. Yo las considero de gran valor para todos.
Si quieres aprender a tener higiene mental y aprender el arte del recogimiento recurre a ellas; busca una imagen de Cristo y una imagen de la Virgen. Míralas y déjate mirar por ellas cuando te distraigas; en muy poco tiempo se habrán grabado en tu mente como imágenes fijas.
Si tienes pensamientos compulsivos u obsesivos que no convienen a tu vida, ponte una de las imágenes grabadas en tu mente y con un poco de perseverancia esos pensamientos desaparecerán o al menos habrás aprendido a controlarlos. Si quieres profundizar más busca en Internet Programación NeuroLingüística (PNL) y
y encontrarás ejercicios prácticos.
2- La imagen del Cristo recién resucitado es, en mi opinión, la del matrimonio espiritual. Está en la celda de Teresa del monasterio de descalzas de Burgos. En él se condensa la forma de Teresa de entender la Humanidad de Cristo. Es una copia de otro muy parecido conservado en Toledo. No se conservan documentos. Algunos colegas son contrarios a mi opinión. Lo llevaron los jesuitas a Japón a finales del siglo XVI. Existen otros cuadros parecidos en pueblos de Castilla, en la puerta del sagrario. Mi hipótesis es que uno similar estaba en la puerta del sagrario de la Iglesia primitiva de la Encarnación. Al ensancharla para hacer la capilla donde estaba la celda de Teresa, quitaron el retablo. De ser cierto, Teresa (y Juan De la Cruz mientras vivió alli) rezaron durante años mirando una imagen parecida.
No hay mejor preparación a la segunda morada que contemplar largo tiempo al Cristo que nos ama.
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