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Algunos criterios para comenzar a leer las tres primeras moradas del Castillo de Teresa.
Hay que remontarse a su infancia para entender el significado de sus escritos. A la cultura de su padre se unía la afición de la madre por los libros de caballería, novelas de amor cortés a las que era muy aficionada, y pronto lo fue su hija para disgusto de su padre. Eran historias de un amor primero y su desarrollo, amistad, primeros encuentros, enamoramiento, dificultades… hasta llegar a la unión en la “gruta del amor”, expresión de la novela Tristán e Isolda que en mi opinión llegó a ella a través de las distintas versiones traducidas al romance.
La totalidad de los escritos de Teresa son una historia de amor humano volcado en Dios, una historia de amor a lo divino. Si a eso añadimos la búsqueda de modelos en los santos, y grandes deseos de hacer cosas, hemos encontrado la clave para entenderla. Los modelos los encuentra en “La leyenda de los Santos “ de Jacobo de la Vorágine y los grandes ideales en conversaciones con sus hermanos y amigos.
Por tanto, no hay que tener miedo a leerla en directo. Nada puede suplir la lectura de sus libros. Lo mejor es recordar nuestras propias historias de amor y desamor. Es lo mismo pero con Dios.
Es más, en mi opinión, Teresa escribe el mismo libro varias veces: el de su vida, su experiencia, contada varías veces para distintos destinatarios y explicada cada vez con mayor profundidad.
Para entrar en su mundo aconsejo leer primero los nueve primeros capítulos del libro de la Vida. Cuenta su historia de salvación hasta la conversión de madurez. Escribe hablando. Es como si la hubieran grabado. Se dirige al corazón del lector, su deseo es “engolosinar” las almas. Procura despertar el interés del lector, anuncia nuevas y más profundas aventuras de amor en las líneas siguientes, hasta que quedas enganchado. Su especialidad, donde despliega la genialidad, son las moradas de la unión por amor. En los primeros pasos, se sirve de lecturas diversas y de su experiencia; en las moradas del amor, a partir de las cuartas, va mucho más lejos que sus predecesores.
Lee los primeros capítulos de vida, y haz tu propia historia de salvación. Fíjate sobre todo en lo positivo, no en lo negativo, para que tu historia sea el libro de “Las misericordias de Dios“, como a ella le gustaba titularlo.
(continuará)
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