El niño Jesús vino a traernos un mensaje de parte de Dios: que nos tiene un amor incondicional a cada uno.
Pase lo que pase, y hagamos lo que hagamos, siempre nos espera, ama, perdona y olvida.
Lo mismo que hacéis cada día y a cada hora con el bebé que trajisteis a bautizar a la parroquia durante este año, o a preparar a la primera comunión. Vuestra capacidad para dar la vida por vuestros hijos es igual al amor que Dios nos tiene.
Gracias a vosotros estos niños están aprendiendo a confiar y sonreír, es decir, aprenden lo esencial de la vida.
Es tan grande el mensaje del Niño Dios que no nos lo creemos. Una forma de oración muy sencilla consiste en guardar silencio un minutos y dejarnos amar por ese Dios que llevamos dentro.
Feliz Navidad y Año Nuevo de parte de la parroquia de La Seo (Zaragoza, España)
Vuestros sacerdotes Goyo Fornies y Antonio Mas
(Foto: Del Belén de la Parroquia)
Deja un Comentario