El que nos amó primero nos ofrece la posibilidad de responderle ofreciendo nuestro yo. Nos lo devuelve enriquecido con la forma de vivir de su Hijo Jesucristo. El humano lo recibe agradecido como un don que, de inmediato, ha de ponerlo al servicio de los demás.
Haremos un listado de los cambios producidos en Teresa, en el Castillo Interior y en Vida. Será la palabra “efectos” la que nos irá guiando.
En estas moradas quintas se da por supuesto que las virtudes deben estar crecidas, “en las virtudes para llegar aquí, hemos menester mucho, mucho, y no nos descuidar poco ni mucho. (M 5.1.2).
Los “efectos” aparecen en M 5.2.7:
. “Bien muerto está al mundo: sale una mariposa blanca” (M 5.2.7)
. “Yo os digo de verdad que la misma alma no se conoce a sí“ (M 5.2.7)
. “vese con un deseo de alabar al Señor, que se querría deshacer, y de morir por él mil muertes“ (M 5.2.7)
. “Luego le comienza a tener de padecer grandes trabajos“ (M 5.2.7)
. “Los deseos de penitencia grandísimos, el de soledad, el de que todos conociesen a Dios; y de aquí le viene una pena grande de ver que es ofendido” (M 5.2.7)
“Y es que no sabe adónde posar y hacer su asiento, que como le ha tenido tal, todo lo que ve en la tierra le descontenta” (M 5.2.8)
“hanle nacido alas, ¿cómo se ha de contentar, pudiendo volar, de andar paso a paso?” (M 5.2.8)
“Todo se le hace poco cuanto puede hacer por Dios, según son sus deseos” (M 5.2.8)
“Porque la flaqueza que antes le parecía tener para hacer penitencia, ya la halla fuerte” (M 5.2.8)
“(liberada del) atamiento con deudos o amigos o hacienda” (M 5.2.8)
“Todo le cansa, porque ha probado que el verdadero descanso no le pueden dar las criaturas” (M 5.2.8).
“no hay que espantar que esta mariposilla busque asiento de nuevo, así como se halla nueva de las cosas de la tierra” (M 5.2.9).
“¡Oh Señor!, y ¡qué nuevos trabajos comienzan a esta alma! ¿Quién dijera tal después de merced tan subida? En fin, fin, de una manera o de otra ha de haber cruz mientras vivimos” (M 5.2.9).
“No quiero decir que no tienen paz los que llegan aquí, que sí tienen y muy grande” (M 5.2.10).
“Del mismo descontento que dan las cosas del mundo nace un deseo de salir de él tan penoso, que si algún alivio tiene es pensar que quiere Dios viva en este destierro” (M 5.2.10)
“no está tan rendida en la voluntad de Dios, como se verá adelante” (M 5.2.10),
“ver que es ofendido Dios y poco estimado en este mundo y de las muchas almas que se pierden” (M 5.2.10)
“¡Oh grandeza de Dios!, que pocos años antes estaba esta alma, y aun quizá días, que no se acordaba sino de sí” (M 5.2.11)
“mas no llega (la pena por los demás) a lo íntimo de las entrañas como aquí, que parece desmenuza un alma y la muele, sin procurarlo ella y aun a veces sin quererlo (M 5.2.11)
“la Esposa, que la metió Dios a la bodega del vino y ordenó en ella la caridad? Pues esto es; que como aquel alma ya se entrega en sus manos y el gran amor la tiene tan rendida que no sabe ni quiere más de que haga Dios lo que quisiere de ella” (M 5.2.12)
“Sólo queréis nuestra voluntad y que no haya impedimento en la cera” (M 5.2.12)
“lo que nuestro Dios hace aquí para que esta alma ya se conozca por suya; da de lo que tiene, que es lo que tuvo su Hijo en esta vida” (M 5.2.13)
“y sabiendo yo el tormento que pasa y ha pasado cierta alma (ella misma) que conozco de ver ofender a nuestro Señor, tan insufridero que se quisiera mucho más morir que sufrirla” (M 5.2.14)
“porque tengo para mí que quiere Dios que no sea dada en balde una merced tan grande; sino que ya que no se aproveche de ella para sí, aproveche a otros” (M 5.3.1)
“es necesario que muera el gusano, y más a vuestra costa; porque acullá (en la unión regalada) ayuda mucho para morir el verse en vida tan nueva; acá es menester que, viviendo en ésta, le matemos nosotras” (M 5.3.5)
“¡Oh!, que quedan unos gusanos que no se dan a entender, hasta que, como el que royó la yedra a Jonás, nos han roído las virtudes, con un amor propio, una propia estimación, un juzgar los prójimos, aunque sea en pocas cosas, una falta de caridad con ellos, no los queriendo como a nosotros mismos; que, aunque arrastrando cumplimos con la obligación para no ser pecado, no llegamos con mucho a lo que ha de ser para estar del todo unidas con la voluntad de Dios” (M 5.3.6)
“¿Qué pensáis, hijas, que es su voluntad? Que seamos del todo perfectas; que para ser unos con El y con el Padre, como Su Majestad le pidió, mirad qué nos falta para llegar a esto (…) Acá solas estas dos que nos pide el Señor: amor de Su Majestad y del prójimo, es en lo que hemos de trabajar. Guardándolas con perfección, hacemos su voluntad, y así estaremos unidos con El” (M 5.3.7)
“La más cierta señal que, a mi parecer, hay de si guardamos estas dos cosas, es guardando bien la del amor del prójimo” (M 5.3.8)
“obras quiere el Señor, y que si ves una enferma a quien puedes dar algún alivio, no se te dé nada de perder esa devoción y te compadezcas de ella; y si tiene algún dolor, te duela a tí; y si fuere menester, lo ayunes, porque ella lo coma, no tanto por ella, como porque sabes que tu Señor quiere aquello. Esta es la verdadera unión con su voluntad, y que si vieres loar mucho a una persona te alegres más mucho que si te loasen a ti (M 5.3.11)
“mirando cómo vamos en las virtudes: si vamos mejorando o disminuyendo en algo, en especial en el amor unas con otras y en el deseo de ser tenida por la menor y en cosas ordinarias” (M 5.4.9)
“que procuremos siempre ir adelante” (M 5.4.10)
“puestos los ojos en el premio y viendo cuán sin tasa es su misericordia, pues con unos gusanos quiere así comunicarse y mostrarse, olvidemos nuestros contentillos de tierra y, puestos los ojos en su grandeza, corramos encendidas en su amor” (M 5.4.10)
En el capítulo 19 de Vida nos da otra lista de “efectos“, producto de la muerte sabrosa:
“Queda el alma de esta oración y unión con grandísima ternura, de manera que se querría deshacer, no de pena, sino de unas lágrimas gozosas” (V 19.1)
“Queda el ánima animosa, que si en aquel punto la hiciesen pedazos por Dios, le sería gran consuelo. Allí son las promesas y determinaciones heroicas, la viveza de los deseos, el comenzar a aborrecer el mundo, el ver muy claro su vanidad, esto muy más aprovechada y altamente que en las oraciones pasadas, y la humildad más crecida” (V 19.2)
“Vese claro indignísima, porque en pieza adonde entra mucho sol no hay telaraña escondida: ve su miseria. Su vida pasada se le representa después y la gran misericordia de Dios (V 19.2)
“Deshácese en alabanzas de Dios” (V 19.2)
“Queda algún tiempo este aprovechamiento en el alma: puede ya, con entender claro que no es suya la fruta, comenzar a repartir de ella, y no le hace falta a sí” (V 19.3)
“Comienza a dar muestras de alma que guarda tesoros del cielo, y a tener deseo de repartirlos con otros, y suplicar a Dios no sea ella sola la rica. Comienza a aprovechar a los prójimos casi sin entenderlo ni hacer nada de sí” (V 19.3)
“el acudir a los Sacramentos; la fe viva que aquí le queda de ver la virtud que Dios en ellos puso; el alabaros porque dejasteis tal medicina y ungüento para nuestras llagas, que no las sobresanan, sino que del todo las quitan” (V 9.5)
“comenzasteis, Señor, a abrir vuestros tesoros para vuestra sierva. No parece esperabais otra cosa sino que hubiese voluntad y aparejo en mí para recibirlos, según con brevedad comenzasteis a no sólo darlos, sino a querer entendiesen me los dabais” (V 19.7)
“dejaba de estar determinada de tornar a la oración; mas esperaba a estar muy limpia de pecados. ¡Oh, qué mal encaminada iba en esta esperanza! (V 19.11)
“el que no deja de andar e ir adelante, aunque tarde, llega. No me parece es otra cosa perder el camino sino dejar la oración. ¡Dios nos libre, por quien El es!” ( V 19.12)
“sino de mucha confianza de Dios sin discreción, porque no mira que aún tiene pelo malo. Puede salir del nido, y sácala Dios; mas aún no están para volar; porque las virtudes aún no están fuertes, ni tiene experiencia para conocer los peligros, ni sabe el daño que hace en confiar de sí (V 19.14)
He procurado presentar, a mi modo, algunos textos para la reflexión-oración. Cada uno irá buscando aquello más necesario para su vida.
Estamos presenciando el nacimiento de un ser humano nuevo. Al poner su confianza en Cristo el Señor la ha remitido al prójimo. Se le han abierto los ojos para ver la realidad con los ojos de Dios. Dar gracias a Dios por los regalos recibidos y volcarse en el deseo en ayudar a otros, será el camino adecuado. Olvidada de sí, recupera su ser enriquecido, distinto.
Al superar el narcisismo y terminar de adquirir la virtud de “ver”, la política, los defectos del poder (p.e. V 21.1-3); el papel de la mujer en el mundo (Camino, primera redacción de El Escorial, 2); la situación de la Iglesia, las críticas severas a quienes tienen responsabilidades eclesiales, la crítica feroz al “honor” tal como se entendía en el siglo XVI (p.e. C 30), serán asuntos habituales en su comentarios.
Nuestro camino espiritual de entrada nos introduce en el interior del yo, hasta entregarlo y, una vez hecho, recuperarlo para el servicio a Jesucristo en el amor a los demás. Esta nueva visión de la vida, a concretar en las sextas moradas, nos dará ese espíritu crítico-profético ante la vida.
No somos consumidores de psicología, ni buscadores de un bienestar individual. Somos buscadores de la autorrealización, pero no pertenecemos a los grupos terapéuticos que plagan el panorama de la psicología actual. Nuestro fin es el servicio-esclavo en beneficio de otros, porque así ayudamos al crucificado-resucitado.
Teresa vio un hueco en las limitaciones que imponía la Iglesia a la mujer, con la creación de pequeños “palomarcitos” que fueran luz en la noche de la humanidad. No perdamos nunca de vista a la Iglesia, aunque no hayamos hablado de ella demasiado. No es un camino individualista, es un camino personal, social y eclesial.
Dos anotaciones finales: La palomita o mariposa y el concepto de honor.
Una veces el nuevo ser le llama mariposa, otras paloma o palomilla. Significan lo mismo en el siglo XVI, tal y como explica Covarruvias (y examinó con acierto el P. Fidele de Ros):
“pues los que crían la seda, dichos en latín bombices, nos dan tanta riqueza, y gala, sacando de sus entrañas el capullo de seda, labrando su sepulcro, pues al cabo se quedan encerrados en él y mueren. El volver a nacer del gusano muerto una palomita o mariposa, que con su simiente, vuelve a renovar el gusano que sale, o se cría de ella, de cuya especulación se sacan altísimos conceptos” (Covarrubias en la voz gusano).
En esta ocasión la paloma no es el símbolo del Espíritu Santo; puede referirse también a la “mariposa” definida por Covarrubias con su gracejo habitual:
“es un animalito que se cuenta entre los gusanitos alados, el más imbécil de todos los que puede haber. Este tiene inclinación a entrarse por la luz de la candela, porfiando una vez y otra, hasta que finalmente se quema (…) Esto mismo les acontece a los mancebos livianos, que no miran más que la luz, y el resplandor de la mujer para aficionarse a ella; y cuando se han acercado demasiado se queman las alas, y pierden la vida”
La paloma o mariposa sale débil de la crisálida. Tiene “mal pelo”, solo lo perderá en las sextas moradas cuando le hayan enseñado a volar.
En cuanto al “honor”, hoy sabemos que, desde tiempos de Cristo era el concepto fundamental definitorio de la persona en toda la cuenca del mediterráneo (lo están analizando muy bien los antropólogos bíblicos). Eres visto y juzgado desde los ojos de los demás. Tiene mucho que ver con la posición social, la riqueza, la sexualidad, etc. Esa noción de la persona fue muy criticada por Teresa y en la actualidad ha sido sustituida por la “dignidad” personal (lo explicado el teólogo y sociólogo Peter Berger).
4 Comentarios
PRECIOSA CÁTEDRA: DIOS LO BENDICE AMÁNDOLO TÁNTO Y NOSOTROS TAMBIÉN AGRADECIDÍSIMOS AMABILÍSIMO PADRE MAXIMILIANO-NO OÑVIDAMOS SU FAMILIARÍSIMA SANTA Y EDIFICANTE VISITA A NUESTRA PATRIA Y NATAL DEL AMADO PAPA FRANCISCO, DESDE LA RIOJA DE MÁRTIRES BEATOS. UN SANTO ABRAZO
Muchas gracias Margarita y mucho ´ánimo en seguir practicando este camino espiritual tan bonito. Un fuerte abrazo
¡Qué amplitud de miras tan liberadora y exigente a la vez! ¡Qué introspección tan fina la de Teresa! Una vez más,P.Antonio, dicho así -tan bien-parece que sea posible para todo el mundo que lo busca lo pide y desea,acercarse a la mística; vivir una transformación en donación voluntaria de raíz, radical.Gracias
Te animo a seguir adelante con todas las fuerzas que podamos. Perdona AGB mi tardanza en contestar. Son cosas del verano. Un fuerte abrazo