"¡Ten piedad, Dios mío, de mí, por mis lágrimas! Mira, mi corazón y mis ojos Lloran por ti amargamente. ¿Ten piedad, Dios mío" (Bach, Pasión según san Mateo)
Dedica un rato al Dios de Jesucristo durante la cuarentena.
Escucha la música varias veces.
Vive las cuartas moradas.
Recoge toda tu alma, procura ir haciendo silencio. Vete a la voluntad y dile a Dios que has decidido estar con Él.
Deja que todos los poros de tu ser se bañen del diálogo entre el violín y la cantante.
Cuéntale el sufrimiento que estamos viviendo, los muertos, sus familias, el personal sanitario y todos los que nos ayudan en silencio.
Ese Jesús en el silencio, se acerca a ti y te ama. Nos ama. Estamos en tiempo de “prueba”, decía ayer el Papa francisco.
Eres digno de ser amado. A Jesús y a la Trinidad los tenemos dentro. Nos dejamos amar.
En estos tiempos recios, cada uno aporta lo que tiene. Sergio, músico, nos envía a los amigos cada día dos o tres músicas para disfrute y oración. Joaquín, el joven, cumple 80 años encerrado en casa, como todos.
Se van creando “hilos” de relación que fundamentarán la Iglesia del futuro.Abrazos a todos.
Comentario
Gracias, amigo.