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Nos llama la atención, e incluso no creemos, a quien en lugar de cerrar puertas a la vida espiritual nos las abre. Teresa es una “facilitadora”. El punto de partida, como hemos visto, es una visión muy positiva del ser humano. Somos dignos de mantener una comunicación con Dios, llenos de hermosura, merecedores de respeto, creados y criados a imagen y semejanza de Dios, habitados por él siempre, incluso en situaciones de pecado mortal, somos un cielo… Las puertas están abiertas ahora y siempre para quienes quieran entrar en el castillo.
Tendemos a tener una baja autoestima. No es de extrañar, también ella sufrió una visión negativa del ser humano. El punto de partida de sus maestros solía ser muy pesimista. Bernardino de Laredo, comenzaba exigiendo la “aniquilación” del yo por el pecado original. En los últimos años de su vida, cuando escribió el Castillo, da un vuelco y prefiere el esquema de Bernardo de Claraval: creación a imagen de Dios-conocimiento propio / meditación de los misterios de la vida de Cristo / unión.
Estamos en el primer capítulo de las moradas primeras. Por supuesto que el mal existe e invade de injusticias y corrupción todas las esferas de la vida. Pero ella lo deja para el segundo capítulo de las primeras, porque el mal no es lo primero ni define a la persona. Ni somos ni nos define el pecado. Por encima de todo somos hijos en el Hijo.
!!! Disfruta de tu dignidad !!!
2 Comentarios
Es estremecedor que aún en situaciones de pecado, soy un cielo
!!!
Perdona que conteste con tanto retraso. Es cierto, es estremecedor, tanto que nos cuesta creerlo. Somos cielo siempre. Que tengas un feliz año 2020